domingo, 20 de noviembre de 2016

Santa "La infancia es la cenicienta de la política. Quizá porque ahí no hay votos que captar"



«Sánchez Dragó es un chulo que sólo se denigra a sí mismo»

«La jerarquía de la Iglesia tiene miedo de perder poder. El sillón es el sillón y el egoísmo, una condición humana»

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José Antonio García Santaclara Fundador de la Fundación Siloé

José Antonio García Santaclara, 'Santa', se ha levantado a las siete de la mañana para asistir a un congreso sobre mística y educación en Ávila, «una cita que afortunadamente es laica». Este cura nacido en Morcín hace 67 años, alma mater de la Fundación Siloé, acaba de ser reconocido con el premio que lleva el nombre del fiscal José Lorca, fallecido en 2005, y que concede la Consejería de Bienestar Social «por su labor en defensa de los derechos de los menores en situación de vulnerabilidad». Pero no sólo eso: junto con los programas de apoyo a niños con problemas familiares o mentales, el buque insignia de la Fundación, la Casa de Acogida para enfermos de sida sin recursos, que acaba de cumplir dos décadas, es el hogar de 400 personas.

Enhorabuena.
-Gracias. Es un premio a la organización y a toda la gente que hace algo en favor de los derechos de la infancia. En este asunto, no cabe lo privado. Hay que renunciar a lo privado, aunque no a la intimidad. Yo no hubiese podido hacer gran cosa si no fuera por la gente que me acompaña en esto y a la que acompaño. No creo en la individualidad aséptica. Nunca se ha dado.

-Pero cada vez vamos más a lo nuestro. ¿O no?

-Todos queremos ser felices, ser queridos y que nos quieran. Y la manera más sana y más interesante de hacernos bien a nosotros mismos, de ser egoístas, es ocuparse de los demás. La entrega pura tampoco se da. Siempre hay intereses más o menos bastardos de por medio.

-¿Son solidarios los gijoneses?

-En general, sí. Aunque crece el individualismo por la dosis de psicosis de crisis que nos han metido, pero eso no nos puede paralizar. Es el momento de la revolución de los pacíficos. No podemos quedarnos dormidos ahora, porque la riqueza está en manos de cuatro.

-¿Un ejemplo?

-Nosotros, por ejemplo, debemos potenciar todavía más la lucha por la infancia. Echarle imaginación y no abandonar, porque una sociedad que no cuida a sus niños es una sociedad sin presente y sin futuro. No sé si es que me estoy haciendo abuelo, pero lo tengo cada vez más claro. Y lo cierto es que, si echamos un vistazo a la infancia en el mundo, la situación es terrible. A veces no duermo pensando qué clase de sociedad tenemos, que mata a miles de niños de hambre. Es un auténtico genocidio. Tenemos que pensar qué podemos hacer. Y, sobre todo, ¿por qué no lo hacemos? Es algo que me hace sangrar y soltar alguna que otra lágrima.

-¿Y qué concluye esas noches?

-Que a los políticos, los niños y las niñas no les interesan. Ellos están en otras batallas. La infancia es la cenicienta de la política. Quizá porque ahí no hay votos que captar.

-¿Con qué niños trabaja Siloé?

-Con niños que viven en ambientes complicados. Niños vulnerables, aunque, hoy en día, vulnerables somos todos. Sólo hay que ver las carencias en cuanto a la conciliación de la vida laboral y familiar, que apenas nos dejan tiempo para dedicarles a los niños y las niñas. Los políticos tienen que ponerse a solucionarlo ya, porque lo están haciendo francamente mal. Es un drama, pura violencia. ¿Cómo queremos que ellos no sean violentos si nadie está en casa para escucharles, para acompañarlos?

-Algunos son hijos e hijas de trabajadoras del sexo.

-La prostitución siempre es una esclavitud, independientemente de que alguna mujer la pueda ejercer con alguna motivación concreta. Y te lo digo yo, que pienso que las mujeres son las que mueven el mundo. Lo veo en todas partes. No sé si hay que regularla, pero hay que ser tajantes con cualquier abuso que se cometa con ellas, que siempre son las víctimas del trabajo sexual.

-Sánchez Dragó mantiene relaciones con menores y lo cuenta.

-Sánchez Dragó, a quien conocí precisamente en otro congreso sobre mística, nunca me cayó bien, pero ahora me parece un chulo que sólo se denigra a sí mismo con esa patochada. Se ha rebajado totalmente. ¿Qué se cree? ¿Perdió la cabeza?

-Muchos pensarán eso de usted al oírle defender un Estado laico.

-El mundo es laico. Y eso es sano, porque en lo laico cabemos todos. Es incluyente, no excluyente. Las mayores perseguidoras de las religiones siempre han sido otras religiones, no los Estados.

-Sus colegas de la Episcopal no opinan lo mismo y acusan a Zapatero de ir a la guerra contra ellos.

-La jerarquía de la Iglesia tiene miedo de perder poder. El sillón es el sillón. El egoísmo que nos cercena es una condición humana. Pero la luz, el bien y la belleza pueden siempre más que la maldad. Y somos más los buenos que los malos.

-Un mensaje final.

-Que no podemos ser felices mientras tanta gente ni siquiera come y tantos niños ni siquiera tiene garantizada la educación. Que nos pongamos manos a la obra y que no nos quejemos tanto. Hace poco, estuvimos recorriendo Palestina y en lugares como ese, con los refugiados, te das cuenta de todos los 'refalfios' que tenemos.

Publicado: 31.10.10 - 02:43 - A. VILLACORTA | El Comercio.es

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