El racismo y el sexismo se derivan de una "ilusión óptica" en el cerebro, afirman científicos.
La "ilusión óptica" o un "prejuicio implícito" no es algo limitado para un sector de la población, sino es una condición humana a la que todos estamos sujetos, explican los investigadores.
Los seres humanos tienen un "prejuicio implícito" oculto en contra de aquellos que parecen ser diferentes de ellos mismos, esto, por ejemplo, hace a las personas blancas temer a los hombres grandes de raza negra, hace a los hombres pensar que las matemáticas son un tema "masculino" u otros prejuicios culturalmente definidos, sostienen los científicos, informa el periódico 'The Independent'.
𝓗ablando en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS) en Boston (EE.UU.), la profesora Lydia Villa-Komaroff ha señalado que la mente humana era una "máquina maravillosa". No obstante, para compensar sus limitaciones el cerebro había desarrollado una serie de atajos que podía producir una "ilusión cognitiva" o una "ilusión óptica" de conocimiento, que nos hace rechazar todo lo diferente.
La investigadora afirma que el "prejuicio implícito" no es algo limitado para un sector de población, sino es una condición humana a la que todos estamos sujetos, ya que surge de nuestra historia evolutiva y cultural.
"Somos propensos a pensar que, debido a nuestra necesidad de sobrevivir, todo lo que es diferente podría ser amenazante y que sigue siendo parte de la condición humana. Así que tendemos a pensar en la diferencia como el posible peligro", explica Villa-Komaroff.
El racismo y el sexismo se derivan de una 'ilusión óptica' en el cerebro, afirman científicos: La 'ilusión óptica' o un 'perjuicio implícito' no es algo limitado para un sector de la población, sino es una condición humana a la que todos estamos sujetos, explican los investigadores.