Meryl Streep, la actriz más aclamada por los premios en la historia, sube a recoger el reconocimiento a toda una carrera en los Globos de Oro, el pasado domingo.
En seis minutos de interpretación impecable, Streep recordó a los espectadores que el próximo presidente de Estados Unidos es un tipo capaz de burlarse de un discapacitado para hacer reír a su público, uno de las decenas de episodios vergonzantes que Donald Trump ha dejado en las hemerotecas a lo largo del año y medio de campaña. 20 millones de espectadores en Estados Unidos estaban viendo los Globos de Oro esa noche.
Robert De Niro no es sospechoso de ser simpatizante de Donald Trump. El oscarizado actor de 73 años ya dejó claro durante la campaña de las elecciones presidenciales estadounidenses que no quería al magnate en la Casa Blanca. "Me pone furioso, es estúpido y me gustaría pegarle un puñetazo en la cara", llegó a decir De Niro en un vídeo en el que le tildaba de "desastre nacional y vergüenza para Estados Unidos" y en el que se llegaba a preguntar si era "el tipo de persona que queremos como presidente".
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