Ilona Staller es una húngara y que recaló en Italia tras casarse con su primer marido, del que más tarde se separó. Eran los llamados «años del plomo». Gobernaba Democracia Cristiana. Las calles a finales de los 70 echaban humo.
Su grito de guerra era enseñar un pecho en una Italia «mojigata y clerical». Se casó con el pintor mejor pagado de EEUU. Y fundó el Partido del Amor.
Repitió la escena de los pechos en 1986, en el programa de nochevieja de Televisión Española .
Ni se llama Cicciolina, ni es italiana y resulta que ni siquiera fue ella quien escandalizó al mundo haciendo la famosa felación a un caballo. Dice que fue una doble suya a la que le encargó el trabajo.
Sus «ocupaciones»
Ella se bautizó Cicciolina y se puso a trabajar en el porno de élite con uno de los productores más famosos del país, Riccardo Schicchi. Una revolución. Se estrenó haciendo un papel de colegiala y lesbiana.
Al mismo tiempo, probaba con la música.
A la vez, la actriz tenía inquietudes políticas más avanzadas que las de sus compatriotas. Fue en la lista del primer partido verde del país: Lista del Sole.
Ilona hizo numerosas películas, shows, fue portada de Playboy en varios países . De actriz se convirtió en símbolo sexual.
Insistió en aprovechar su tirón para la política, embarcándose en una nueva aventura, que por fin le dio resultado, para asombro de Europa.
Hizo política a lo Cicciolina.
Salió elegida diputada en el Parlamento italiano en 1987 , con 20.000 votos, por el Partido Radical. Era verde, anti OTAN, antinuclear. Hizo campaña aprovechando su fama y sus pechos. Seguía enseñando uno de ellos.
Su carrera política no fue brillante, la propuesta más recordada es la que hizo a Sadam Hussein durante la guerra del Golfo en 1990: tener sexo con él a cambio de que acabara la guerra.
"Mis pechos nunca han hecho daño a nadie, mientras que la guerra de Bin Laden ha causado miles de víctimas."
Boda americana
Se enamoró y se casó en 1991 con el artista Jeff Koons. La actriz vivió el sueño americano... que acabó en divorcio. "Nunca he sido amada", confesó amargamente años más tarde.
Cicciolina volvió a Italia, llevándose a su hijo de 17 meses ilegalmente, ya que la justicia de EE.UU. le había otorgado la custodia al padre. La acusaron de secuestro. Pero la justicia italiana le dio la razón a ella.
Jubilada
Ahora vive retirada, a sus 65 años , amagando con volver a la política pero sin acabar de hacerlo.
Al final, la mujer que espantó a una Italia "mojigata y clerical", como ella dice, acabó por cumplir los mandatos de todo burgués: tuvo un hijo, escribió un libro y plantó árboles desde el primer partido verde de Italia.
