José María Aznar al renunciar a la presidencia de honor del PP, abre una brecha casi definitiva en el partido.
Parece factible que el ex presidente lidere la escisión que se venia fraguando con los continuos desencuentros entre el propio Aznar y Rajoy.
El desenlace final era un hecho a la espera de datar.
Desde la ruptura de FAES con el PP, era cuestión de que José María Aznar, encontrase el momento que entendiera como adecuado para dejar la Presidencia.
Ha pensado que era el momento propicio. Lleva un tiempo valorando opciones para ofrecer una alternativa a la situación de corrupción, que ahoga los gobiernos de Rajoy.
La refundación
En un principio valoró y así lo manifestó su apoyo a la refundación del partido, pero no ha tomado ese camino. Quizá que desde la dirección popular se dejase al margen a FAES, haya sido la espoleta que con refundación o sin ella, con la aparición de una alternativa aznarista o sin ella, el Partido Popular camina sin remedio a convertirse en el referente de la histórica Alianza Popular con una representación parlamentaria muy inferior a la que estuvo ostentando estas últimas legislaturas.
Incertidumbre
Se abre un periodo de incertidumbre sobre las consecuencias que esta decisión afecte al equilibrio parlamentario, aun mas si cabe, porque nos dibujaría un horizonte para los españoles muy, pero que muy desalentador.
Pero, parece que esta renuncia resulta demasiado barata para la actual cúpula popular.
Y pensar que nos vendieron y compramos todos los boletos de un estado democrático y de derecho.