Real Madrid cerró 2016 de la mejor manera posible: siendo campeón del mundo por quinta ocasión en la historia (tres Intercontinentales y dos Mundiales de Clubes).
Nadie hasta hoy había sido capaz de llegar a esta cifra y no podía ser otro equipo que el madridista, el más laureado de Europa, el que lo lograse para acabar un año en el que sumó otros dos títulos: la Champions League y la Supercopa de Europa. Tocó llegar a la prórroga en Yokohama para conseguirlo, pero el sufrimiento mereció la pena. Cristiano Ronaldo decidió la final en el tiempo extra y el madridismo puede estar orgulloso de su equipo.
Desde el inicio se vio a un Real Madrid dominador, que quería dejar constancia de que había venido a Japón para proclamarse campeón del mundo. Sólo necesitaron 9 minutos para demostrarlo. Disparó Modric desde la frontal, despejó Sogahata y Benzema aprovechó el rechazo para llevar el balón a la red.
Pese a tener ventaja en el marcador, seguían siendo los madridistas los que llegaban con más peligro al área rival. Benzema combinó con Lucas Vázquez, éste le devolvió el esférico de tacón y el peligroso remate del francés en el 27’ obligó a realizar una gran estirada a Sogahata. Nueva oportunidad para los blancos diez minutos después, pero el disparo de Modric desde la frontal terminó en las manos del portero japonés.
El encuentro estaba donde querían los blancos pero al filo del descanso y en una jugada aislada empató el Kashima Antlers. Centró Shoma en el 44’ y Shibasaki aprovechó el balón que quedó suelto en el área para batir a Keylor Navas.
Tocaba volver a empezar con toda la segunda parte por delante. Y todo se puso más complicado en el 52’ tras el zurdazo con el que Shibasaki firmó el doblete. El Real Madrid necesitó poco tiempo para reaccionar e igualar de nuevo el marcador. Tan sólo 7 minutos. Benzema combinó con Lucas Vázquez y éste fue arrollado dentro del área por Shuto. Cristiano Ronaldo transformó el penalti y puso el 2-2.
Dos minutos después, el Balón de Oro pudo poner a su equipo por delante. Robó el balón, recortó en la frontal del área y su disparo obligó a Sogahata a mandar el esférico a córner. Kroos lo sacó y Ramos, en el área pequeña, no acertó con la portería rival en su remate.
Las llegadas al área rival del campeón de Europa eran cada vez más numerosas. Gran jugada individual de Benzema en la banda izquierda y su pase atrás en el 65’ terminó en los pies de Marcelo, que estrelló el esférico en las manos del portero nipón. La siguiente jugada de peligro, clarísima, llegó en el 72’. Centró Marcelo, Cristiano Ronaldo cedió atrás con la cabeza y Benzema hizo el resto. Bajó el balón, de espaldas, con la derecha y se inventó una espectacular volea con la izquierda a la media vuelta que tuvo como respuesta una aún mejor intervención de Sogahata.
Merecía ya el Real Madrid el gol del triunfo y pudo lograrlo en el 80’. Centro de Lucas Vázquez y el remate de cabeza de Cristiano Ronaldo no encontró portería por muy poco. Mucha más clara fue la ocasión que dispuso el portugués dos minutos más tarde pero el portero japonés estuvo muy acertado en el mano a mano. Con ambos equipos creando peligro se llegó a la prórroga.
Un nombre destacó por encima de todos en la prórroga para desequilibrar la final: Cristiano Ronaldo. En el minuto 98, recibió un espectacular pase de Benzema y definió con la izquierda. El delantero portugués daba ventaja a su equipo y 6 minutos más tarde firmaba el hat-trick que sentenciaba la final. Remató Kroos y el esférico llegó a Ronaldo, que de nuevo con la zurda superó a Sogahata.
Incluso pudo llegar el quinto tras una espectacular jugada de Morata, que sustituyó a Cristiano, pero Ueda despejó el balón bajo palos. El Real Madrid, que encadena 37 partidos invicto, es pentacampeón del mundo.