Fiesta del Trabajo - Sensaciones
(Houston, tenemos un problema).
Mensajes repetidos, poco crédito de las organizaciones sindicales, corrupción, deudas inadmisibles que hacen desaparecer la independencia, que debe sostener todo ente reivindicativo.
La duda que me asalta, está en que, aunque la convocatoria de 1º de Mayo, sigue con músculo suficiente para sacar a la calle a millones de personas,―mas mujeres que hombres―no tengo muy claro que sea debido a la capacidad de convocatoria de los sindicatos, o a la premura que para todos los trabajadores significa vivir en la exclusión social, o al borde de ella.
N o se han adaptado a la necesidad cambiante de los tiempos. Se siguen poniendo encima de la mesa, temas que, no por haberse solucionado, han perdido presencia en las necesidades apremiantes entre los trabajadores. Pero la actualidad los ha dejado fuera de los problemas reales.
No se ve como un objetivo claro, la aportación sindical en el plano, ya consolidado de crear un ambiente de existencia uniforme, donde lo laboral, lo personal y lo familiar, se mezclan degenerando en un horizonte único de vida, la subsistencia.
La socorrida crisis del sistema financiero, justifica lo injustificable. Poco a poco se fue insertando en la sociedad una sentido de normalidad de acciones, que hace muchas décadas eran impensables.
Y los verdaderos colaboradores silenciosos fueron los sindicatos. Lo fueron con su silencio. Lo fueron con no llevar a cabo los estudios oportunos para depreciar normas anti-sociales. Lo fueron siendo parte activa de la corrupción. No es de extrañar que hoy soporten una situación en la que su liderazgo se ponga en entredicho.
Hemos llegado a un paradigma que empresas/trabajadores empiezan a afrontar, el dinamismo de la movilidad del trabajo. La estancia en un empleo está siendo de dos años de promedio, lo que implica que encontramos a personas que ya acumulan 20 trabajos distintos en diez años de experiencia laboral.
Esto genera una precariedad insostenible, sin que genere beneficio adicional a la empresa. Con una rotación de personal tan agresiva, los costes de formación y/o adaptación al puesto de trabajo son importantes. Todo esto lleva aparejado una bajada de salarios, que no es secreto para nadie.
Los tiempos de huelgas generales, disturbios, reclamaciones coercitivas, además de que no se han hecho, no veo una gran utilidad en ellas.