Sus Majestades los Reyes, que estuvieron acompañados por sus hijas, Sus Altezas Reales la Princesa de Asturias y la Infanta Doña Sofía, presidieron el acto solemne de homenaje a la Bandera Nacional y el desfile militar que se celebró en la Plaza de Cánovas del Castillo.
Posteriormente, Sus Majestades los Reyes ofrecieron en el Palacio Real de Madrid la tradicional recepción conmemorativa del Día de la Fiesta Nacional.elebración del Día de la Fiesta Nacional
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Sus Majestades los Reyes, y sus hijas, Su Alteza Real la Princesa de Asturias y Su Alteza Real la Infanta Doña Sofía |
El acto central del Día de la Fiesta Nacional consistió en el homenaje a la Bandera Nacional, que se celebró en la madrileña Plaza de Cánovas del Castillo, junto con una parada militar, que se desarrolló entre la Plaza del Emperador Carlos V y la Plaza de Colón.
Posteriormente, tuvo lugar en el Palacio Real de Madrid la tradicional recepción que ofrecieron Sus Majestades los Reyes a una representación de la sociedad española.
Sus Majestades los Reyes, y sus hijas, Su Alteza Real la Princesa de Asturias y Su Alteza Real la Infanta Doña Sofía, llegaron escoltados por el escuadrón de Escolta Real, fueron recibidos a su llegada a la Plaza de Cánovas del Castillo por el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. A continuación, fueron saludados por el ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y el jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Fernando García Sánchez.
Un batallón de la Guardia Real se encargó de rendir honores. Seguidamente, Don Felipe, pasó revista a las tropas. A su término, Sus Majestades los Reyes fueron saludados al pie de la Tribuna Real por las Altas Autoridades del Estado, miembros del Gobierno en funciones, presidentes de Comunidades Autónomas y autoridades de Defensa.
Tras el traslado de la Enseña Nacional por tres guardias reales, representantes de cada uno de los Ejércitos, y un guardia civil, se procedió a su izado a los acordes del Himno Nacional, que dio paso al acto de homenaje a los que dieron su vida por España. La Unidad de Música de la Guardia Real fue la encargada de interpretar "La muerte no es el final", a cuyos compases se realizaron los movimientos de guiones y portacoronas. Al finalizar, Su Majestad el Rey se dirigió a la plataforma para realizar la ofrenda de una Corona de Laurel.
Concluido el toque de Oración, el sobrevuelo de la Patrulla Acrobática "Águila" y una descarga de fusilería por la Escuadrilla "Plus Ultra" de la Guardia Real, dio comienzo el desfile militar compuesto de unidades aéreas y terrestres.
En la parada militar participaron unos 3.800 militares y guardias civiles y vehículos y aeronaves de los tres Ejércitos y de la Guardia Civil, así como banderas de países con Fuerza Conjunta de Muy Alta Disponibilidad: Albania, Bélgica, Croacia, Estados Unidos, Grecia, Hungría, Italia, Luxemburgo, Polonia, Portugal, Reino Unido y Rumanía.
El desfile terrestre contó con unidades del Ejército de Tierra, la Armada, el Ejército del Aire, la Guardia Civil y la Guardia Real. Comenzando con el Grupo de Mando con motos de la Guardia Real, el general jefe de la Brigada de Infantería Acorazada “Guadarrama” XII que mandó la fuerza; el Estado Mayor; una Unidad de Veteranos y una Unidad de Reservista Voluntarios.
El desfile aéreo, reducido por las inclemencias metereológicas, contó con aviones Eurofighter y F-18 encargados de la Defensa y Control del Espacio Aéreo de Soberanía Nacional y cerrando el desfile aéreo la Patrulla Acrobática “Águila” con aviones C-101 de la Academia General del Aire.
Finalizados los actos, y tras ser despedidos por el presidente del Gobierno en funciones, el ministro de Defensa en funciones y el jefe de Estado Mayor de la Defensa, Sus Majestades los Reyes se trasladaron en caravana, escoltados por el Escuadrón de Escolta Real, al Palacio Real de Madrid donde tuvo lugar la tradicional recepción con motivo del Día de la Fiesta Nacional.
En el Salón del Trono, Don Felipe y Doña Letizia recibieron el saludo de los asistentes, pertenecientes a los Poderes del Estado, Secretaría General Iberoamericana, Gobierno de la Nación, altos cargos extranjeros, presidentes de Comunidades Autónomas, expresidentes del Gobierno, Cuerpo Diplomático, Congreso de los Diputados, Senado, Tribunal Constitucional, Consejo General del Poder Judicial, Tribunal Supremo, Consejo de Estado, Tribunal de Cuentas, Fiscalía General del Estado, y Defensora del Pueblo, así como del resto de los asistentes, procedentes de todas las esferas sociales de la vida pública nacional. Una vez finalizados los saludos, Sus Majestades los Reyes se dirigieron al Comedor de Gala, donde tuvo lugar la recepción.
La conmemoración de la Fiesta Nacional tiene como finalidad recordar solemnemente momentos de la historia colectiva que forman parte del patrimonio histórico, cultural y social común, asumido como tal por la gran mayoría de los ciudadanos. Según recoge la Ley 18/1987, de 7 de octubre, que establece el día de la Fiesta Nacional de España en el 12 de octubre, simboliza la efeméride histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los Reinos de España en una misma Monarquía, inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos.