jueves, 18 de enero de 2018

La Leyenda del Nuberu de Turón

La Leyenda del Nuberu de Turón


En Cesniye de Turón (Mieres) un día de neblina se acercó al pueblo un Nuberu al que dieron hospedaje en una casa porque había bajado a la tierra y hasta que la neblina no se alzara de nuevo, no podía marchar.

 También en Turón en el Riquixu, un día cayó un Nubiru, pero se trataba de un hombre barbudo pequeño y oscuro, no de un gigante, una paisana lo tapó bien con una hoja de berza y le dio hospedaje hasta que pudo marchar montado en una nube. Y es que aunque el Nuberu se aparezca a veces como una figura fantasmasgórica de proporciones gigantescas cuando baja a la tierra lo hace como si de un pobre pidiendo limosna se tratase y según se portan con él así actuará en consecuencia con ese pueblo descargando el granizo o la lluvia. En Artidiellu, Lligüeria (Piloña) cuentan que un rayo mató una vaca y con ese rayo cayó el Nuberu a tierra, era un hombre muy feo, barbudo y pequeño de estatura. Se encontró con dos rapacinos que estaban cuidando el ganado. Al principio le tenían miedo pero él les tranquilizó y les dijo que se llamaba Xuan Cabrita, les pidió permiso para pasar la noche en su cabaña, a lo cual accedieron. Repartieron con él la leche y la boroña que tenían. Por la mañana les pidió que hicieran fuego con leña verde y mojada. Al producirse el humo, el Nuberu fue escalando por él hacia las nubes para poder marchar se despidió de ellos y les dijo "Si vais a la ciudá de Brita entrugais por Xuan Cabrita". Pasó el tiempo y uno de aquellos rapacinos se hizo hombre y un día embarcó pero el barco naufragó y agarrándose a un pedazo de madera llegó como pudo a tierra. Estuvo mucho tiempo viviendo de la caridad en tierras desconocidas hasta que llegó a un pueblo que se llamaba Brita, se acordó entonces de la despedida del Nuberu y preguntó cual era la casa de Xuan Cabrita. Al picar a la puerta le abrió la mujer del Nuberu que le dijo que su esposo no podía recibirle puesto que estaba de viaje y llegaría tarde. Le hizo pasar y le encerró en un cuarto muy oscuro lleno de humo. Cuando el Nuberu llegó de noche, le dijo que olía a "cristianuzu" pero su mujer le dijo que era un hombre de Lligüeria que le había conocido en la Canga Xuangayu. Entonces dijo Xuan Cabrita: "Coimes, esi home entós, ye amigu míu, non a esi nun se mata non". Sentó al rapaz a cenar con él a la mesa y estuvieron hablando de muchas cosas, al preguntarle por su tierra le contó que precisamente venía de Lligüeria de descargar una nube de granizo y que la esposa del rapaz se iba a casar nuevamente porque allí pensaban que había muerto y todo el pueblo pensaba que ella era viuda. El rapaz se preocupó mucho porque no podía impedir la boda puesto que se encontraba a km. de distancia pero Xuan Cabrita le tranquilizó. Prometió llevarlo volando subido sobre él por los aires. Le dio un pincho y le dijo le fuera espoleando con él diciéndole "Arre demoniu, arre demoniu" pero no se le ocurriera nombrar ni a Dios ni a los Santos porque entonces lo arrojaba al suelo. Volando por los aires llegaron inmediatamente a Lligüeria, ya era de mañana, y justo pudieron divisar el momento antes de entrar en la iglesia para realizar la boda. En ese momento al rapaz se le escapó decir: "Ay Dios ya veo el mío pueblu". En ese preciso instante el Nuberu pegó tal sacudida que le descabalgó arrojándole al vacío, a pesar de todo tuvo suerte y consiguió quedarse enganchado en un árbol próximo a la iglesia por lo que tan solo sufrió arañazos y consiguió impedir la boda de su mujer.


Aurelio de Llano recoge variantes de esta historia en la Mayada de Merguyines en el Puertu´l Sueve y en Taxa (Teberga).

Alberto Alvarez Peña




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